¿Te ha pasado alguna vez que sientes que las emociones te llevan como una ola gigante? A mí me pasa todo el tiempo, créeme. Pero no te preocupes, que aquí estamos para aprender juntos a navegar este mar emocional. Mira, tener un buen manejo de nuestras emociones no es fácil, pero con un poco de práctica diaria, vas a ver cómo mejora todo.
Conocer qué estás sintiendo
Mira, para empezar, la clave de todo está en conocer nuestras emociones. ¿Cuántas veces decimos «estoy mal» sin saber realmente qué hay detrás? La verdad, yo perdí la cuenta de las veces que lo he hecho. Pero, ¿sabes por qué es importante conocerlas más a fondo? Porque así puedes darles el control que necesitan sin que afecten tu día. Te cuento algo, hace poco empecé a escribir lo que sentía cada día, y descubrí que mucho de lo que me estresaba no era más que algo temporal. Haz la prueba y me cuentas.
Aprender a respirar
Este consejo viene de mis años asistiendo a clases de yoga, y aunque al principio suene muy típico, funciona de maravilla. Cuando te sientas sobrepasado, detente unos momentos y respira profundamente. Sí, así de simple. Como cuando te das cuenta de que estás olvidando algo en casa; pues igual, pero con tus emociones. Puedes intentarlo ahora mismo, mientras lees esto. Vamos, inspira por la nariz y exhala por la boca. ¿Te sientes un poco mejor, cierto?
- Inhala profundamente 4 segundos
- Mantén el aire dentro 4 segundos
- Exhala lentamente por 6 segundos
Habla con alguien
Por cierto, hablar siempre ayuda. Puede ser un amigo, tu pareja, o incluso alguien que acabas de conocer. ¿No te ha pasado que una simple conversación mejora un mal día? La semana pasada, por ejemplo, me encontré con una amiga que no veía desde hace tiempo. Empezamos a platicar de la vida, y vaya, que salí de ahí sintiéndome mucho más ligero y alegre. A veces solo es cuestión de sacar lo que tienes dentro.
Encuentra un hobby que te apasione
¿Sabes qué me ayudó mucho? Redescubrir mis pasatiempos. La pintura, por ejemplo, me da una sensación de calma increíble. Seguro que tú también tienes algo que te encanta hacer, ¿verdad? Pues bien, dedícale un ratito cada semana como mínimo. Puede ser cualquier cosa: cocinar, bailar, leer… lo que sea. Lo importante es que te des ese tiempo para ti.
Dale un vistazo a tus pensamientos
Es curioso, pero a veces lo que más nos afecta es lo que pensamos, en lugar de lo que realmente está pasando. ¿Te ha pasado? A mí me pasa siempre. Por eso es importante intentar darles una vuelta a los pensamientos más negativos y convertirlos en algo más positivo. La semana pasada estaba convencido de que una presentación me iba a salir fatal, y al final todo salió muy bien simplemente porque decidí cambiar mi enfoque y confiar un poco más en mí mismo.
Conclusión: Un paso a la vez
Te cuento, gestionar las emociones no es algo que se logre de la noche a la mañana, pero eso no significa que sea imposible. Al fin y al cabo, cada día es una nueva oportunidad para intentarlo de nuevo. ¿Sabes por qué? Porque incluso los días malos tienen su fin y traen consigo el aprendizaje que necesitamos para enfrentar lo que venga. Así que adelante, pon en práctica estos consejos y comparte tus experiencias, porque aprender de otros también es fantástico. ¡Hasta la próxima!