¿Te has dado cuenta de que hoy en día estamos todos tratando de dejar nuestra huella en el mundo, pero a veces no sabemos ni por dónde empezar? Bueno, no te preocupes, porque esto de construir una marca personal es más sencillo de lo que parece, de verdad. No necesitas ser famoso para tener una. Comencemos este viaje juntos, ¡vas a ver!
¿Qué es eso de la marca personal?
Mira, te cuento que una vez platicando con un amigo, él me dijo que pensaba que eso de la marca personal era solo para grandes influencers, pero no puede estar más equivocado. En realidad, tu marca personal es la manera en la que la gente te percibe, el recuerdo que dejas en los demás. Es como esa vez que todos te recuerdan por contar el mejor chiste en la fiesta, ¿recuerdas?
Entonces, si pensamos en eso, es importante darse cuenta de que nuestra marca personal está presente en todo momento. Incluso ahora que estás leyendo esto, estás construyendo algo. La idea es hacerlo intencionalmente, reflejando lo que realmente eres, tus valores y tu propósito.
La importancia de conocerte a ti mismo
¿Sabes por qué el primer paso para construir tu marca personal es conocerte bien? Déjame explicarte. Me acuerdo de una vez en la universidad, cuando todos iban por el camino del «qué debo hacer», mientras que yo me cuestionaba «qué quiero hacer realmente». Resulta que cuando eres auténtico, todo se vuelve más sencillo.
Conócete, haz una lista de tus valores, lo que te motiva y lo que disfrutas hacer. Eso es lo primero. Sin un buen entendimiento de ti mismo, tu marca se sentirá forzada, como si intentaras encajar en un molde que no es el tuyo.
Definir tu propósito
La verdad es que a veces no tiene sentido andar por la vida sin un propósito claro, ¿no crees? Ya sabes, como un barco navegando sin rumbo. Define para qué estás construyendo tu marca. ¿Quieres inspirar a otros? ¿O tal vez dar a conocer tus habilidades en tu profesión?
Piensa en las personas que admiras. Lo más probable es que ellas tengan un propósito definido que va más allá de simplemente ser conocidas. Por ejemplo, recuerdo una charla TED que vi de una famosa chef que usa su renombre para educar sobre alimentación saludable. Este propósito le da una dirección clara y la hace memorable.
Tu historia única
Aquí va otro dato: todos tenemos una historia única que contar. A la gente le encanta una buena historia, y eso es algo que en el marketing llaman el poder del storytelling. Mira, ¿te ha pasado alguna vez que te recuerden por una anécdota graciosa de tu vida? Esa experiencia, aunque pequeña, es parte de tu historia.
Tu historia puede ser un puente que conecta con tus valores y cómo llegaste a ser quien eres. No tengas miedo de compartirla. Esa autenticidad es lo que te va a distinguir de los demás.
Usa tus canales con inteligencia
Mira, aquí entra el mundo digital, que puede ser confuso si no estás seguro de cómo usarlo. Pero ¡no te asustes! Te recomiendo empezar poco a poco. Puedes aprovechar redes sociales, como LinkedIn, y plataformas como un blog personal o incluso un canal de YouTube si te sientes valiente (¡yo aún no he dado el salto ahí, pero lo estoy considerando!).
- LinkedIn: Comparte artículos relevantes y participa en debates.
- Blog: Escribe sobre tus intereses y experiencias, muestra tu experiencia.
- Twitter o Instagram: Refleja tu día a día, tus pasiones.
Recuerda que es importante ser constante, porque de nada sirve empezar un blog para abandonar después. ¡Dale amor y atención!
La importancia del feedback
Aquí va una pregunta: ¿Alguna vez has visto un anuncio que te encantó, pero al final del día ni te acordabas de la marca? Eso no es lo que queremos para tu marca personal. Asegúrate de obtener retroalimentación y ajusta lo que necesites para no pasar desapercibido.
Por ejemplo, una vez lancé un proyecto y pedí a mis amigos que me dieran su opinión. ¿Sabes qué pasó? Tenían insights que ni siquiera había considerado. Fue una gran oportunidad para mejorar y me permitió pulir mi mensaje.
Un cierre para reflexionar
Bueno, ¿qué tal te ha parecido esta charla sobre construir tu marca personal? Espero que ahora veas que tú también puedes dejar tu huella de una manera auténtica. No necesitas ser perfecto, solo genuino. ¿Por qué no empiezas hoy mismo a construir tu marca? Estoy seguro de que será toda una aventura, y quién sabe, quizás hasta aprendas cosas nuevas sobre ti mismo en el camino. ¡Nos seguimos leyendo!