Evita el agotamiento laboral con consejos prácticos para un bienestar mental saludable
Cómo evitar el burnout trabajando desde casa

¡Hola! ¿Cómo estás? Hoy quiero hablarte de algo que seguramente te suene: el burnout. Sí, esa sensación de agotamiento total que puede asomar, especialmente cuando trabajamos desde casa. Y es que, a veces, con esto de no tener que desplazarnos, nos olvidamos de desconectar. Vamos a darle una vuelta para que esto no se nos vaya de las manos, ¿te parece?

La importancia de las pausas, ¿las tomas tú?

Mira, te cuento algo: al principio de la pandemia, yo estaba superemocionado con eso de trabajar desde el sofá. Pero, ¿sabes qué pasa? Que me di cuenta de que estaba sentado horas y horas sin moverme. ¡Y mi cuerpo lo notó! Seguro que te ha pasado alguna vez que empiezas a trabajar y, cuando menos te lo esperas, ¡zas! Ya ha pasado toda la mañana.

La verdad es que tomarse descansos es vital. Por eso, intenta hacer pausas cortas de 5 minutos cada hora. Estira un poco, da un paseo por casa, o incluso puedes aprovechar para hacer esa llamada pendiente. Esto no solo te ayuda a mantenerte activo, sino que también mejora tu productividad, ¡lo juro!

Organización y espacio: tus mejores amigos

Déjame adivinar: trabajas desde cualquier rincón de la casa, ¿no? Bueno, yo empecé así. ¿Resultó eficiente? Pues no mucho. Tener un espacio dedicado para trabajar es clave. No necesitas una oficina enorme, solo un rinconcito donde puedas concentrarte.

Además, organizarse es esencial. Yo antes me abrumaba con las tareas, pero pienso que una buena lista de pendientes puede ser tu salvación. Haz una por la mañana, establece prioridades, y ve tachando lo que has completado. ¡Satisfacción garantizada!

Desconexión digital, ¿te cuesta?

Una vez leí que necesitamos al menos una hora sin pantallas antes de dormir para descansar bien. ¿Lo haces? Porque yo me acuerdo de esas noches interminables frente a Netflix, solo para acabar durmiendo fatal. Desconectar es necesario para cuidar nuestra salud mental.

Intenta establecer un horario fijo para terminar de trabajar. Aléjate del ordenador, del móvil, y repón energías. Puedes leer, practicar un hobby o, ¿por qué no?, salir a dar un buen paseo. La vida no es solo trabajo, y eso es algo que debemos recordar siempre.

Socializa, aunque sea virtualmente

Mira, no te voy a engañar: uno de los retos de trabajar desde casa es la soledad. Si eres como yo, esas charlas espontáneas con compañeros se echan mucho de menos. Pero no todo está perdido; haz lo posible por mantener contacto con tus amigos o colegas.

  • Planifica llamadas o videollamadas semanales.
  • Organiza un café virtual (sí, lo sé, no es lo mismo, pero ayuda).
  • Únete a comunidades online relacionadas con tus intereses.

Estas pequeñas cosas pueden marcar una gran diferencia, te lo aseguro.

La auto-compasión no está sobrevalorada

¿Sabes por qué lo menciono? Porque a veces somos nuestros peores críticos. Tendemos a ser demasiado duros con nosotros mismos cuando cometemos errores o no somos todo lo productivos que quisiéramos. Pero, ¿acaso no somos humanos?

Recuerda ser compasivo contigo mismo. Está bien tener días malos. Permítete sentirte así y no te castigues por ello. Mañana será otro día para intentarlo de nuevo, mejorar y aprender. ¡Eso es lo que realmente importa!

Conclusión: escúchate y actúa

En resumen, el burnout es ese visitante no deseado que puede aparecer cuando menos lo esperamos. Pero, como en todo, una buena dosis de prevención no está de más. Escúchate, organiza tu espacio, recuerda desconectar, socializar y ser amable contigo mismo.

La próxima vez que sientas que el agotamiento mental te ronda, piensa en esto y verás que puedes tomar el control. Cuídate, y si este artículo te ha sido útil, te invito a seguir explorando maneras de mantener un balance saludable en nuestras vidas. ¡Tú puedes con esto!