Mejorar la salud mental en el trabajo con hábitos simples para reducir el estrés y aumentar el bienestar laboral
Estrategias para mejorar la salud mental en el trabajo

Mira, todos sabemos que el trabajo puede ser estresante a veces. Te cuento, a mí también me ha pasado que, entre el café y las reuniones, siento que mi mente está en modo centrifugado. Pero, ¿sabes qué? Hay maneras bastante efectivas de mejorar nuestra salud mental mientras trabajamos. Y no, no se trata de correr maratones o meditar durante horas. Hablo de cosas simples, casi espontáneas, que podemos hacer en nuestro día a día.

Respira profundo, es más útil de lo que crees

Primero, hablemos de respirar profundamente. ¿Te ha pasado alguna vez que sientes que el mundo se te viene encima? Ahí es donde entra la respiración consciente. Me acuerdo de una vez que estaba por presentar un proyecto y sentía que estaba al borde de un ataque de nervios. Empecé a respirar, lento y profundo, y lo creas o no, eso me calmó bastante. ¿Sabes por qué? Porque una buena respiración calma tu sistema nervioso y te ayuda a pensar con más claridad.

El arte de decir «No»

¿Por qué nos cuesta tanto decir «no»? A veces, parece que queremos cargar con todo el peso del mundo. Pero, la verdad, si siempre decimos «sí», nos estamos olvidando de lo más importante: nuestro bienestar. Tuve un amigo que aceptaba todo tipo de tareas hasta que un día quedó más agotado que un teléfono sin batería. Aprendió a priorizar, a discernir qué es realmente importante. Así que, te animo a que digas «no» más a menudo. Vas a ver, lo agradecerás.

De la pantalla al papel

Ah, las pantallas. Están en todos lados, ¿verdad? A veces, solo necesitamos desconectar un poco. Te sugiero que intentes escribir tus pensamientos. Un par de veces al día, aleja tus ojos de la pantalla y coge un papel y boli. Puede ser cualquier cosa: ideas, cosas por hacer, un poema tonto. Mira, yo lo hago cada mañana, y encuentro que me ayuda a organizar mi mente. Es como darle unas mini vacaciones a mis neuronas.

El poder del movimiento

¿Cuántas horas pasas sentado en tu escritorio? A mí me pasaba que, cuando me levantaba, me dolía todo. Entonces, empecé a hacer pausas para estirarme o dar una caminata rápida. Y, ¿sabes qué? Esa simple acción me cambió el día. Estudios dicen que moverse aumenta las endorfinas. Así que, levántate, mueve un poco el esqueleto y verás lo bien que te sientes.

Comparte y empatiza

La comunicación es clave y más cuando hablamos de trabajar en equipo. Te cuento que uno de los mayores alivios para la mente es compartir tus preocupaciones con alguien de confianza. A veces, simplemente hablar sobre lo que nos agobia, compartir un café y reírse un rato, puede mejorar mucho nuestro estado de ánimo. ¿Por qué no pruebas a contarle a un colega cómo te sientes? A menudo, encuentras que ellos también pasan por lo mismo y juntos pueden buscar soluciones.

  • No te aísles: Busca conexión con otros.
  • Habla de tus inquietudes: Verbalizar es terapéutico.
  • Escucha a los demás: La empatía es un bálsamo poderoso.

Recuerda desconectar

Al final, todos queremos ser productivos, claro, pero también recordemos la importancia de desconectar. Quítate las gafas de trabajo por un rato. Si puedes, sal a caminar después de trabajar, haz algo que realmente te guste, como cocinar o pintar. Así, cuando vuelvas a tu escritorio, te sentirás renovado.

Para terminar, sé amable contigo mismo

En definitiva, todos estamos en esta montaña rusa llamada vida. Y el trabajo es solo una parte de ella. Así que, sé amable contigo mismo, celebra tus logros, y acepta que no todos los días serán perfectos. No olvides que tu salud mental es importantísima. Si sientes que necesitas ayuda extra, no dudes en buscarla. Y oye, ¿por qué no hablas con alguien de confianza sobre lo que hemos charlado hoy? Quizás, descubras que todos, de una forma u otra, estamos buscando la misma serenidad.